Authentic Experiences

Montalcino

Situada en el campo de Siena, al noroeste del Monte Amiata y al final del Val d'Orcia, Montalcino se presenta como una isla en el corazón de la Toscana, ofreciendo a quienes llegan a ella remontando los valles que la rodean panoramas realmente encantadores, con viñedos y bosques en perfecta armonía. La visita a Montalcino puede estar repleta de sugerencias en materia de enogastronomía, arte y cultura. Pero está claro que Montalcino revela su mejor imagen precisamente gracias al don más valioso de su tierra, dura y generosa al mismo tiempo: el vino. La producción enológica, apreciada desde siglos pasados, había permanecido fiel también aquí a los cánones ya consolidados en la tradición toscana. Así nació el Brunello, fruto de una pasión tenaz, custodiado con amor durante los años de crianza en la bodega, antes de presentarse a sus admiradores de Italia y del resto del mundo, quienes han aprendido, a su vez, a amarlo: fin y principio de una leyenda que se renueva con cada botella. Hoy en día, enotecas y restaurantes invitan a descubrir el gran valor del Brunello di Montalcino y de los vinos de la tradición, el vino tinto Rosso di Montalcino y el vino dulce Moscadello di Montalcino, junto con las últimas creaciones enológicas, ofreciendo todos estos vinos en combinación con las excelencias gastronómicas de este territorio sin igual, el aceite y la miel, así como con los platos de la célebre cocina toscana.

Abadía de San Antimo

Para vivir una experiencia espiritual completa, la cercana Abadía de San Antimo (Abbazia di Sant'Antimo) acoge a todo aquel que desee admirar su desnuda arquitectura románica u orar en su silencio religioso, sumergiéndose en la hipnosis de las oraciones litúrgicas cotidianas de los monjes, cantadas en gregoriano. El origen de la Abadía, surgida en una desviación de un antiguocamino de peregrinación que comunicaba Canterbury con Roma, la Via Francigena, está vinculado al emperador romano Carlomagno: la leyenda cuenta que se arrodilló en aquel lugar exacto jurando ante Dios que haría construir una abadía si él y sus tropas se salvaban de la peste que estaba devastando toda la zona. Puede consultar más información sobre la historia de la Abadía de San Antimo, los horarios de los cantos gregorianos y las funciones religiosas en el sitio web www.antimo.it.

Pienza

Pienza es un encantador pueblo situado en el corazón de Val d'Orcia y es conocida como la ciudad del Papa Pío II (Enea Silvio Piccolomini), nacido en 1405. Tras convertirse en Papa, Pío II quiso transformar su humilde lugar de nacimiento, Corsignano, en una joya arquitectónica. Encargó al arquitecto Bernardo Rossellino la reestructuración del pueblo. Este definió la imagen armoniosa y típicamente del siglo XV de Pienza, la Ciudad de Autor, la ciudad ideal "nacida de un pensamiento de amor y un sueño de belleza", como escribió Giovanni Pascoli.

Valle de Orcia - Paisaje Cultural Patrimonio Mundial de la UNESCO, las Crete Senesi

Bajando desde Montalcino hacia el Val d'Orcia, se descubren San Quirico d'Orcia, con el jardín a la italiana y el parque de los Huertos Leoninos, Pienza, la ciudad renacentista del Papa Pío II Piccolomini, y los baños termales de origen romano de Bagno Vignoni, o, yendo en dirección a Siena, se asciende hacia el Monte Oliveto Maggiore, la majestuosa abadía benedictina-olivetana inmersa en el paisaje mágico de las Crete Senesi, donde se pueden admirar los frescos de Luca Signorelli y de El Sodoma. En todas las estaciones, la belleza de la naturaleza inspira a proseguir el viaje y conduce a la elegante Siena, que tanta riqueza ha obtenido durante todos los siglos de este campo suyo y, continuando después haciaFlorencia, esta belleza nos permite descubrir «la Manhattan de la Toscana», San Gimignano, pero no antes de realizar una parada enMonterriggioni, uno de los más clásicos burgos fortificados del campo sienés.

Montepulciano

Montepulciano se alza sobre la cima estrecha de una colina de piedra caliza, entre Val D'Orcia y Valdichiana. Esta hermosa villa medieval propia de una tarjeta postal representa el paisaje típico de la campiña toscana. Caminando por la población encontrarás impresionantes edificios renacentistas hasta llegar, en el punto más alto de Montepulciano, a la Piazza Grande, dominada por la hermosa torre y la fachada de estilo gótico del Palazzo Comunale. Montepulciano también es conocido por su vino Nobile, uno de los vinos toscanos más apreciados en el mundo, obtenido de la vendimia de los viñedos que rodean el pueblo. Vale la pena visitar las antiguas bodegas, cuyas bóvedas de gran anchura, similares a las de una catedral, se abren debajo de los palacios medievales.

Siena

Siena es conocida en todo el mundo por su gran patrimonio artístico y por la armonía estilística de su mobiliario urbano. La Catedral (Duomo) representa uno de los mejores ejemplos de toda Italia de arquitectura románico-gótica y en su interior se pueden admirar muchas obras maestras, entre las que destacan el púlpito de Nicola Pisano y el pavimento de marquetería de mármol, que tardó seis siglos en terminarse. En el centro de la ciudad se extiende, en forma de concha, una de las plazas más bellas del mundo, la Piazza del Campo. Junto al Palazzo Pubblico, que se asoma a la plaza, se encuentra la subida a la Torre del Mangia, desde la cual se puede disfrutar de una vista panorámica única de la ciudad y de todo el campo sienés. En torno a la Piazza del Campo tiene lugar, dos veces al año, la carrera medieval conocida como el Palio de Siena: el 2 de julio en honor de la Virgen de Provenzano (Madonna di Provenzano) y el 16 de agosto en honor de la Asunción de la Virgen (Madonna dell'Assunta). Esta carrera espectacular reúne la participación de toda la ciudad durante todo el año y atrae a una gran multitud procedente de todo el mundo.

Monteriggioni

Monteriggioni, cuya corona de piedra brilla desde la cima de una colina, es uno de los pueblos antiguos más famosos y reconocibles de Italia. Sus principales puntos de interés son el castillo y la cercana abadía de Isola: toda la zona de Monteriggioni está salpicada de iglesias parroquiales, villas y pequeños pueblos inmersos en un espacio rural de inaudita belleza. Monteriggioni está situado en la cima de una suave colina, en cuyas laderas se cultivan la vid y el olivo. Monteriggioni conserva la mayoría de las estructuras del siglo XIII, con sus muros que rodean la cima de la colina, con una longitud de unos 570 metros y sus catorce características y robustas torres. Es un lugar único, con el panorama típico de los pueblos medievales de la Toscana.

San Gimignano

Elevada sobre una colina que domina el Val d'Elsa, en la antigua Via Francígena, se divisa desde lejos la ciudad de San Gimignano con el perfil de sus dieciséis altas torres medievales, motivo por el cual es llamada «la Manhattan de la Toscana». Dentro de la ciudad amurallada, se pueden admirar la Colegiata(Chiesa Collegiata), también conocida como la Catedral (Duomo) de San Gimignano y considerada uno de los ejemplos más prestigiosos del estilo románico toscano con sus valiosos frescos de la escuela sienesa, además de edificios públicos y privados que conservan su antiguo esplendor. Esta joya medieval, célebre además por su vino, la Vernaccia di San Gimignano, supone una parada ideal para saborear los platos de la tradición toscana.

Florencia

Increíblemente rica en historia y cultura, Florencia es una de las ciudades más famosas del mundo. La ciudad exhibe las obras más importantes de los artistas del Renacimiento y está rodeada por las colinas de Settignano, Fiesole, Careggi, Arcetri y la hermosa y magnífica Bellosguardo. Paseando por la zona histórica de la ciudad, se pueden admirar los principales puntos de interés: el Duomo (Santa María del Fiore), flanqueado por la cúpula de Brunelleschi y el campanario de Giotto, la basílica de Santa María Novella, la iglesia de la Santa Cruz y la de San Lorenzo. Pero Florencia no es rica únicamente en monumentos religiosos, sino también en grandiosas obras de la arquitectura civil, como el Palazzo Vecchio, el Palazzo Pitti, la Galería de los Uffizi y el Ponte Vecchio, famoso por sus históricos comercios. ¿Buscas algo único en la ciudad a la hora de salir por la noche? Puedes disfrutar de noches de entretenimiento en los locales más modernos de la ciudad, muchos de los cuales se encuentran en las zonas de Sant'Ambrogio o de San Niccolò.

Pisa

Pisa, conocida en todo el mundo por su torre inclinada, posee una serie de otros tesoros de valor inestimable: la Piazza dei Miracoli (Patrimonio de la Humanidad de la Unesco), que constituye un entorno único y mágico; su bello casco antiguo, caracterizado por palacios renacentistas, torres medievales e iglesias de estilos románico o gótico, y el espléndido Lungarno, algo que se puede ver cuando llega la Luminara di San Ranieri, el festival de la luz de las velas que tiene lugar el 16 de junio de cada año, durante el cual la ciudad es iluminada únicamente por luces que producen una atmósfera romántica y mágica.

Roma

Roma, capital de Italia, es considerada una de las ciudades más bellas del mundo. Su centro histórico, con las propiedades extraterritoriales de la Santa Sede en el interior de la ciudad y la basílica de San Pablo Extramuros, se encuentra entre los 53 sitio italianos incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Según la leyenda, fue fundada en el 753 a. C. por dos hermanos, Rómulo y Remo, quienes habían sido amamantados por la famosa Lupa, el iconográfico símbolo de la capital. Otro monumento importante es el Coliseo. Los otros puntos de interés de la ciudad son los Foros Imperiales, las Termas de Caracalla, el Circo Máximo, el Panteón y las monumentales columnas (la Columna de Trajano y la Columna de Marco Aurelio). También son dignas de ver las plazas: Campo dei Fiori; Plaza Navona, donde se sitúa la espléndida fuente de los Cuatro Ríos de Bernini; Plaza de España, dominada por la famosa escalinata; Piazza del Popolo, con sus características iglesias gemelas; Piazza Venezia, con el imponente Vittoriano tras el cual se encuentra el Campidoglio.